NORMAS DE PARTICIPACIÓN



Este es un lugar creado para la participación de los remeros participantes en el blog de Santiago González, pero abierto a los comentarios que cualquier cibernauta quiera incluir en alguna de sus entradas.

El objeto de este sitio es la elaboración de cada remero de una lista con 10 canciones o temas musicales que para él sean importantes en su currúculo vital y que quiera compartir con el resto de compañeros de remo. Para ello habrá que escribir un correo a la dirección cancionero.argos@gmail.com identificándose y poniendo los títulos correspondientes, autor, las direcciones de enlace de archivos externos (youtubes, goears, etc) y hacer el pequeño esfuerzo de redactar un texto alusivo a cada canción o tema. Cada remero (obvio decir que no caeré en el imperativo categórico de hacer distinciones de género) tendrá una entrada propia en la que los demás podremos hacer nuestros comentarios sobre su lista, escrito, etc. Huelga decirse que caben absolutamente cualquier tipo de música: clásica, de películas, pop, jazz, óperas e incluso nanas, jingles publicitarios o sintonías de partidos políticos. Las entradas se irán publicando cada 3 días y en el orden en el que la gerencia de este local vaya recibiendo cada propuesta o, en su defecto, del mejor criterio que decida aplicar.

Es de esperar que nadie pretenda escaquearse, porque quien lo intente comprobará que no es agradable despertarse acompañado de una cabeza de caballo ensangrentada…


jueves, 16 de febrero de 2012

De todo, como en Botica...

Desde mi más tierna infancia me ha acompañado la radio, aquella radio que tardaba en calentarse y empezaba a emitir capítulos y más capítulos de radionovelas, a la que la muchacha de mi casa, Conchita, era tan aficionada y a las que confundía, ya que aunque eran a horas diferentes se podrán imaginar que los temas eran bastante parecidos… El oír, mientras hacía los deberes y las cuentas que después revisaría mi padre además de hacerme un dictado, los comentarios de Conchita mientras planchaba: ¡lo que le ha dicho!, ¡toma ya! ¡qué canalla! Y ¡pobrecilla!..., me retrotrae a aquella época. Cantar, cantábamos en la escuela el Himno Nacional, el de Pemán y rezábamos el rosario los sábados a última hora. Así que ahí va la primera de mis músicas:



A la hora de iniciar el Bachillerato, me metieron interno en un colegio “de pago” en la capital cordobesa regido por los discípulos de Don Bosco en el que teníamos que cantar en las fechas señaladas a todas horas, en la iglesia, en el patio, en el salón de actos…aún me acuerdo hasta de las que se cantaban en latín y que tras el Vaticano II cayeron en desuso como el Tantum ergo de la Bendición con el Santísimo. El himno del Colegio era con esta música, la letra…entraba a través del torrente sanguíneo.



Con la aparición del transistor, y con ello la posibilidad de desplazar la radio desde el cuarto de estar a donde se quisiera, llegó también la época de programas de música juvenil, que con la televisión y su, era lo que había, “Escala en hi-fi”, que a pesar de
salir siempre los mismos actores y actrices en diferentes poses y actitudes cantando en “off” parecía siempre la novedad, hasta que llegaron los Beatles.

Los Beatles, y lo que les cuelga, porque hay que ver la cantidad de conjuntos que se crearon a su ejemplo. Aquí es donde pongo mi primera canción, de los Brincos, un conjunto que hizo de la dipsomanía virtud, su primer éxito fue “Borracho” y el último “Con un sorbito de champán”.



Pero había que ser moderno y ampliar los horizontes y ahí estaban “El Gran Musical”, precursor de las radio fórmulas tipo “los 40 principales”, para el consumo mayoritario, y los programas de RNE, no recuerdo los nombres aunque quiero recordar a uno que se apellidaba Eduardo y era de Sevilla, que siempre estaban más actualizados y adelantados en eso de aquella música moderna, que tantas denominaciones llegó a tener: blues, rock, pop-rock, rock sinfónico…La más larga de todas las que escuché fue ésta:



que le echaba la pata encima a la Revolution number 9 de los Beatles.

En los años de Universidad, tras dos años en un Colegio Mayor, continué con mi buen amigo el transistor, un National, que después de caerse de la mesa de estudio varias veces fue sustituido irremisiblemente por un Sanyo; con el que me acompañaba las noches de estudio, y centramina, con la música de fondo de “Radio Granada, de la cadena SER”. El tiempo, y mis esfuerzos, consiguieron que terminara la carrera en un tiempo razonable, permítanme que no me explaye en este capítulo de mi vida, pero es que tengo hijos en esta etapa vital y a lo peor me reconocen en estas líneas. No hay que dar ventaja a nadie y menos a quien te conoce y te discute.

En Granada descubrí el rugby y la música clásica, eso sí la mas normalita, la más popular que entre ella había sido: la 9ª de Beethoven, Scherezade de Rimsky-Korsakov, los Nocturnos (en realidad era “el”) de Chopin, los Conciertos de Brandemburgo de J.S. Bach y por supuesto:



Ni que decir tiene que no quiero dejar pasar que algunas de las músicas que otros compañeros han colgado en el blog también podría haberlas colgado pero sería reiteración poner otra vez a Eric Clapton, en cualquier etapa, Steve Winwood o a Mark Knopfler…

No me gustaría dejar pasar la oportunidad sin recordar a todos los amantes de la copla y del flamenco, entre los que me encuentro, pero no me atrevo a poner a nadie. Entre estos aficionados existe también un forofismo extraordinario y no quiero empezar otro debate.

Saludos desde el Califato.

___________

A la vista de la “exigencia” de que amplíe mi aportación musical, les propongo otras cinco canciones.

La primera, de flamenco y dedicada a D. Neo; es de un cantaor de mi pueblo, de gran trayectoria, reconocido por el mundo del flamenco con la llave de oro del cante- sin ser de Sevilla ni de Cádiz- y que para mí es el cantaor con más gusto cantando, no el de mejor voz ni el que dominase mejor ese palo, pero el que conocía y cantaba todos los cantes con la máxima calidad. Se llama Antonio Fernández Díaz, pero es mas conocido por Fosforito. Como muestra unos cantes “abandolaos”: Fandango de Lucena, de donde son las raíces paternas de D.Neo, Zángano de Puente Genil – mi pueblo y el del Fósforo- y Verdiales de Málaga:



A continuación, la Copla, con mayúsculas: Doña Concha Piquer y el inolvidable pasodoble que me sigue pegando un pellizco en el corazón cuando lo oigo…



La Copla moderna, quién lo iba a decir, representada por uno de los integrantes de aquel “Manifiesto Canción del Sur” de mis primeros tiempos de Universidad en la Granada de los 70: Carlos Cano; el otro tuvo que salir por pies a pesar de tener un padre policía y ahora canta otras cosas y se llama Joaquín Sabina; éste comunista y aquel, hasta su muerte, andalucista y ejerciendo de andaluz… Como muestra una cosa actualísima:



Hay otras músicas populares que se han hecho superconocidas en nuestro país, no solo el folklore sudamericano, aquellos Chalchaleros – su Sapo Cancionero siempre salía en cualquier noche de ronda…- y parecer “progres” cantando por Victor Jara y los Quilapayun. Posteriormente María Dolores Pradera con sus Gemelos me siguieron embelesando hasta que llegaron Les Luthiers y su “Cantata del Adelantado Don Rodrigo Díaz de Carreras”, hijo de Juana Díaz y Domingo de Carreras… Pero seamos serios y para eso nada mejor que un tango cantado por Carlos Montero y que tiene un mensaje que todos los hombres entendemos:



Ese seamos serios me da pie a proponerles otra música popular y vecina, un fado portugués. ¿Quién dijo que el fado era triste? De esta intérprete, Ana Moura, les puedo recomendar algunos, pero el que les pongo me hace gracia por esa “egge” casi francesa que pronuncia la cantante:



Espero haber cumplido sus deseos, un saludo desde el sur del Califato.

LISTA DE CANCIONES

Cola-Cao - Yo soy aquel negrito
Richard Wagner - Tannhäuser - Pilgrims Chorus
Los Brincos - Borracho
Iron Butterfly - In A Gadda Da Vida
Antonio Vivaldi - Le quattro stagioni - La Primavera
Fosforito - Celos Hasta del Aire (Fandangos de Lucena, Zángano y Verdial)
Concha Piquer - En tierra extraña
Carlos Cano - La murga de los currelantes
Carlos Montero - Victoria
Ana Moura - Como Uma Nuvem No Céu

martes, 7 de febrero de 2012

Estas son mis canciones... y si no les gustan tengo otras

Los primeros sonidos que yo identifico como música provenían de un armatoste que mis hermanos llamaban pick up, creo: "Quince, quince, años, años, tiene mi amooooor" o "Plis, plis, daianaaa". Tampoco se me olvida el bueno de Pedro Luis cantando a voz en grito "Lolita, tu tienes una forma de bailar que me patina"; pero no era mi música, no me dejaban ir a sus guateques.

Comencé a entusiasmarme con la música cuando descubrí que muy cerca de mi academia se hacía un programa de radio, La noche de los musicales, mucho más divertido que ir a clase. Ese programa, junto a "El gran musical" y su creador, mi inolvidable Tomás Martín Blanco (q.e.p.d.), fueron el inicio de una pasión que aún dura.

Es curioso, he olvidado de qué asignaturas tomaba clases pero tengo recuerdos muy vivos de otras pequeñeces: Recuerdo a un joven Victor Manuel, vestido de recluta, intentando promocionar su primer disco; recuerdo a Julio Iglesias, lívido pero valiente, aguantando un montón de pinchazos infructuosos en una donación de sangre; recuerdo a Massiel ganándose a pulso el sobrenombre de "tanqueta de Leganitos"; recuerdo el retraso del avión de Serrat el día de su primer gran concierto en un programa de alcance nacional, que pemitió que una tal Maria Dolores Ostiz, que andaba por allí con una guitarra, hiciera una sustitución que lanzó su carrera; y recuerdo a Lone Star, Los Brincos, Los Bravos...

Pero mis preferidos eran los que no triunfaban:

Manolo Díaz, un cantautor más talentoso que otros y muchísimo más guapo que todos, que no consiguió arrasar y terminó triunfando como ejecutivo de discográfica.

O Ana María Drack que nunca tuvo el éxito que merecía.



O Joan Baptista Humet, que triunfó, pero no lo suficiente y no con sus mejores canciones, y que nos dejó demasiado pronto. No he encontrado "No cantes", una hermosa cancion que trata de persuadir a los pájaros para que luchen contra el síndrome de Estocolmo.

Luis Eduardo Aute triunfó mucho, especialmente con sus grandes enfatizaciones. A mi me gustaba más un "Aute informal" más desconocido



¿Quien no ha tenido un noviete de juventud que cantaba el Soldadito boliviano o las canciones de Atahualpa? Ese que luego se hacía PNN, se compraba un 2 caballos y
se adocenaba. A mi no me gustaba Yupanqui, se le disparaba la mano. Yo prefería a José Larralde, aunque no se atreviera a cantar.



Por influencia materna, me encantaba la zarzuela, aunque no me gustaba confesarlo. Me habría derretido si Plácido Domingo me hubiera cantado algo así:



Un poco por compromiso y no muy entusiasmada (una ópera entera, va a ser aburridísimo...) asistí en el Liceo a mi primera ópera : Tosca. Y no sólo me gustó, sino que fue el comienzo de un desordenado apetito por la música, digamos, seria. Nunca deja de emocionarme este cuarteto de Rigoletto, también conocido como Bella figlia dell amore.



Terminé enamorándome de alguien que no cantaba nada, claro, aunque tenía una voz muy hermosa y muy convincente. Diferencias, desencuentros, no pudo ser. Esta canción siempre me devuelve a aquellos días.



Llegué a Bruselas en el 10º aniversario de la muerte de Jacques Brel. Y encontré que no sólo era la aburrida capital del "plat pays", que aún quedaban encantadores vestigios de cuando Bruselas bruxellâit.

Y descubrí que, más allá de "Ne me quitte pas", había muchos Brel: el que todas las semanas esperaba para ir a comer frites a una Madeleine que nunca vendrá; el que se burla de los burgueses "son como los cochinos, cuanto más viejos se hacen más animal hay"; el que encenderá su guitarra y será español para que su amigo Jef deje de llorar; el que sabe que Orly es triste en domingo con o sin Becaud; el antitaurino "¿quien nos dirá en que piensa un toro que da vueltas y baila y de pronto se da cuenta de que está desnudo? ...

Este es cruel (con una ayudita para quienes no entienden francés):



¿Se imaginan un lugar que decidiera llamarse "País de los hombres honrados" y ejercer?
Pues si, existe: Burkina Faso. Un lugar muy pobre con una gente noble, alegre, acogedora, querible, inolvidable.

Allí llaman "maquis" a los lugares donde se reúnen a comer pollo bicicleta (los pollos tienen que corretear tanto para picotear algo que son puro músculo) y a bailar. Y si, la música africana es tan alegre y contagiosa como parece. Y si, nuestros intentos de mover el trasero son tan infructuosos como divertidos. ¿Se atreven probar?

La posición inicial seía "artrítico ligéramente inclinado sobre su bastón", pero sin artritis y sin bastón. Se admiten pequeñas pataditas y saltos, pero casi sin moverse del sitio. Vamos a ello.



Pero no todo es idílico en Burkina. Black so man era un joven cantautor cuyo primer disco le convirtió en un ídolo. Todo el mundo le adoraba... bueno todo el mundo no. Nunca aparecieron los conductores del coche que le atropelló y le dejó tetraplégico hasta su muerte. Se decía que eran de la guardia presidencial.

Black so man cantaba "No estoy en contra de tus riquezas por envidia, estoy ferozmente en contra del sistema del vampiro. Lo que has hecho me pone la carne de gallina, tus manos están manchadas de sangre".

Demasiado directo quizás cuando se vive en un país en el que el Presidente ha llegado al poder asesinando a su (ex) mejor amigo. Y a día de hoy Blaise Compaoré aún sigue en el poder, para vergüenza de todos.



En Nicaragua la radio era una especie de cacofonía de telepredicadores y a mí esos perjúmenes no me sulibeyaban así que siempre escuchaba una emisora de Miami que emitía sin parar música latina. Me resultó sorprendente que un grupo colombiano eligiera al filósofo Nietzsche para su nombre... hasta que descubrí la verdadera ortografía. Esta canción me acompañó en mi vuelta a casa.



LISTA DE CANCIONES

Ana María Drack - ¿Qué diría Salinas?
Luis Eduardo Aute - Viejo sinvergüenza
José Larralde - Mejor me voy
Plácido Domingo - Madrileña bonita
Miguel Rios - Santa Lucía
Verdi - Cuarteto Rigoletto
Jacques Brel - La Fanette
Magic System - Premier gaou
Black so man - Le systhème du vampire
Grupo Niche - Mi pueblo

viernes, 3 de febrero de 2012

Mi cancionero

Los remeros que me han precedido en esto del Cancionero Chusmarino han dejado el listón tan alto que va a ser muy difícil llegar a su nivel. Pero esto lo que hay así que… allá vamos.

De mi infancia, aparte de mi muñeco Godín y de los Chiripitifláuticos, lo que más recuerdo es a mi madre por las tardes haciendo punto y escuchando con devoción el consultorio de Elena Francis, cuya sintonía me acompañó muchas veces mientras jugaba o hacía los deberes. Hasta mucho tiempo después no supe que la sintonía del programa era “Indian Summer”, compuesta por Victor Herbert y Al Dubin en 1919, el mismo año en que ella nació.



La siguiente canción es la que yo estaba escuchando en la radio cuando interrumpieron la emisión para dar la noticia del atentado contra Carrero Blanco. Esa mañana estaba preparando un examen que tenía por la tarde y el impacto que aquella noticia me produjo fue tremendo, hasta el punto que desde entonces y siempre que escucho a Cecilia interpretar su “Dama, dama”, recuerdo con toda claridad ese momento. ¡Y además suspendieron las clases y no hicimos el examen!.



Cuando estaba en el instituto en 6º de bachillerato, hicimos todo tipo de actividades para conseguir dinero para costearnos el viaje de fin de curso (tómbolas con trastos que teníamos por casa, manualidades horrorosas que nos compraban nuestras propias familias, papeletas para rifas…).
La guinda fue una función musical (en playback) montada por nosotras en el salón de actos de la cercana parroquia del Perpetuo Socorro, que los PP. Redentoristas nos cedieron gratuitamente a cambio de que todas las alumnas de sexto curso fuésemos a los ejercicios espirituales que ellos organizaban.

Uno de los números de la obra era “El sueño de Tevye”, la escena del cementerio de la película El violinista en el tejado. Yo interpretaba a Fruma Sarah, el fantasma de la mujer del carnicero e iba ataviada con unos ropajes largos y deshilachados, los pelos alborotados y la cara pintada de blanco grisáceo, mientras corría como una loca por el escenario asustando a todo el mundo y moviendo la boca para seguir la canción. Asustar no asusté, pero los espectadores se partieron de risa con mi performance. Como en esa época no había videocámaras, ni móviles, ni youtube, no fue posible inmortalizar mi actuación (digna de un premio Max, como poco), así que les dejo directamente la escena de la película.



Me gusta mucho el cine y las bandas sonoras de películas y la verdad es que podría hacer una selección con muchas de ellas. Pero ésta en concreto tiene un significado muy especial en mi vida.

Era la segunda vez que salíamos y la primera que fuimos juntos al cine. La película “Verano del 42” era tierna, divertida, emotiva, romántica y la música de Michel Legrand bellísima. A los dos nos llegó al corazón y la convertimos en nuestra canción. Más de 30 años después nos seguimos emocionando al escucharla.

Te quiero, mi amor.



Nací en Madrid y aquí llevo viviendo toda mi vida. Aunque tiene muchas cosas que se podrían cambiar o mejorar, la verdad es que la ciudad me gusta mucho y me siento muy orgullosa de ser madrileña.

Y como homenaje a Madrid dejo esta melodía compuesta por Luigi Boccherini: “Música nocturna de las calles de Madrid”. Fue una grata sorpresa escucharla al final de la estupenda película Master and Commander, aunque aquí traigo la pieza completa dirigida e interpretada por el maestro Jordi Savall.



Las siguientes canciones de mi selección no guardan relación con ningún hecho concreto de mi vida, pero sí forman parte de ella, pues no me canso de escucharlas.

No soy capaz de poner un texto que quede a la altura de estas obras maestras, pero sí les diré que todas ellas me emocionan y me han ayudado a olvidar o sobrellevar momentos difíciles.

“Rhapsody in blue”



“Summertime”



“Entre dos aguas”



“Libertango”



He dejado para el final a mi admirada Edith Piaf. Dudé en elegir entre “La vie en rose” y esta canción, pues ambas me gustan por igual.

Al final me he decidido por “Non je ne regrette rien” porque es una canción que canto bastante a menudo (y bastante mal), pero que es un himno que bien podría ser el compendio de mi vida.



Si han sido capaces de llegar hasta este punto y además les ha gustado la selección, me sentiré muy feliz. Tanto como lo he sido recopilando estas maravillosas canciones.
Mil gracias.

LISTA DE CANCIONES

The Singers Unlimited – Indian Summer
Cecilia – Dama, dama
BSO El violinista en el tejado – El sueño de Tevye
Michel Legrand – Verano del 42
Luigi Boccherini – Música nocturna de las calles de Madrid
George Gershwin – Rhapsody in blue
Ella Fitzgerald y Louis Armstrong – Summertime
Paco de Lucía – Entre dos aguas
Astor Piazzolla – Libertango
Edith Piaf – Non je ne regrette rien

jueves, 26 de enero de 2012

Un melómano

Desde que tengo recuerdos me encantaba la música. En casa había algunos -cuatro- discos de lo más variados, desde de Beethoven y Bach hasta Los Beatles y Sinatra. Pero la primera canción con la que disfruté de verdad fue esta:


Mi hermana se trajo el "single" de Andorra y ese día yo, que tenía 11 años, me hice Dylanómano... y hasta hoy, aunque confieso que estos últimos quince o veinte años Dylan y yo casi no nos hablamos. Le he visto en directo unas cuantas veces, la primera en Miami y estuvo cojonudo, las dos últimas en Vitoria y en Frankfurt, y juré no volver. Eso sí, si miramos toda su carrera, para mi es el indiscutible Number One.

Una cosa lleva a la otra y cada vez que me preguntan cual es la única canción que me llevaría a una isla desierta pues resulta que es esta:



Bob y Jimi, dos pájaros de un tiro. Hace un par de años estuve en el Experience Music Project, el EMP es un museo dedicado por la ciudad de Seattle a Hendrix y les aseguro que vale la pena. Mi mujer y yo tenemos un póster tocando batería y guitarra en un escenario del EMP que parece el de un concierto en gran estadio, con luces, ruido del público y todo. Como si supiéramos. Por cierto, que llevo un par de años intentando aporrear una batería que tengo en el sótano y me lo paso teta.

En fin, que después llegó la época del jazz-rock y de la Mahavishnu Orchestra:



Hay que escucharlo a todo volumen. Yo flipé con Mc Laughlin, con la batería de Cobham, con el bajo de Laird, con el violín de Jerry Goodman y con los teclados de Jan Hammer (suya es la música de Miami Vice). Tuve la oportunidad de verles un par de veces en directo y tela marinera. La primera vez les vi en un estadio en Hilversum, Holanda, donde también tocaban Doobie Brothers, Van Morrison y estos señores:


a quienes vi en primerísima fila y aunque nunca recuperé la audición les aseguro que valió la pena. Les volvía ver otra vez en el sur profundo y con un público acorde (miles de sombreros tejanos) y como estaban como en casa fue mejor aún.

Pero el jazz-rock me llevó al gran Miles, a quien también vi en Anoeta. Una joya: Miles Davis & John Coltrane. So What:



Un año después de su muerte estaba yo preguntando en la recepción de un hotel de Valencia si había entradas para un concierto homenaje de la gira que Herbie Hancock y varios genios más que habían tocado con Miles estaban haciendo por todo el mundo, cuando me dieron un golpecito en el hombro, me di la vuelta y... era Herbie Hancock que me dijo que no quedaban entradas pero que le acompañara. Y con él me fui hasta un lateral del escenario. Allí me pusieron una silla y vi todo el concierto de puta madre. De vez en cuando un músico salía y me pedía un vaso de agua o una cerveza. Cojonudo.

Y, hablando de jazz, no podemos dejar pasar otra joya: Billie Holiday con Lester Young, Coleman Hawkins y Gerry Mulligan, entre otros. Fine & Mellow:



Pero cambiemos de tercio. Pinkfloydómano empedernido, con esta flipé:



Está bien la versión, aunque la del disco Meddle es mejor, y si no la he escuchado mil veces no la he escuchado ninguna. Pink Floyd, uno de los pocos grupos a los que para mi no les ha pasado el tiempo ya que les sigo escuchando y disfruto tanto como hace 30 años, y eso me pasa con muy pocos. Con ellos casi se puede alucinar sin tomar nada y volar sin subirse en un avión. Por cierto, rest in peace Richard Wright.

Con este disco también disfruto como un enano y también me lo llevaría a la isla desierta: "The Turning Point", de John Mayall, con John Mark & Johnny Almond:



Hace poco me presentaron a Mayall en Mallorca después de su concierto. La putada es que tiene 78 tacos, el día anterior había llegado de USA y había tocado en Barcelona, ese día tocó en Palma y estaba molido, como para irse a la cama, cosa que hizo tras despedirse educadamente. Así que nos quedamos tomando cervezas hasta las dos de la mañana con su manager, un vejo rockero todoterreno con mil batallas que contar. Lo pasamos teta.

Descubrí otro planeta el día que vi La Naranja Mecánica, de Stanley Kubrick. Ese día y a través del sintetizador de Walter Carlos -hoy se ha operado y es Wendy Carlos- descubrí a Beethoven, a Elgar, a Rossini... pero luego seguí con Carlos y descubrí a Bach y, claro, al final mandé los sintetizadores a tomar por saco y me metí de cabeza en la música clásica: Beethoven, Bach, Mozart, Brahms, Verdi, Wagner, Purcell, Mahler, Händel... y hasta hoy. Gracias Stanley. Por cierto que ninguna de las bandas sonoras de Kubrick tiene desperdicio.

Pero no hay sitio aquí para irme por la rama clásica así que sigo por la que iba. Qué decir de este regalo que me hicieron del homenaje a los 75 años de Leonard Cohen, otro de mis mitos de toda la vida? Pues nada que me tuve que comprar un reclinatorio para verlo con el recogimiento necesario, cosa que he hecho ya unas diez veces. Aquí les dejo unos botones de muestra:

Rufus Wainwright canta Chelsea Hotel:



Teddy Thompson:


Y si les contara que me encanta también el cante jondo y la guitarra flamenca y la música cubana y la africana y la ópera... necesitaría ponerles otros cincuenta discos más para que se hicieran una idea, y me temo que no caben aquí.

Y en qué estoy ahora? Han oído hablar de El Anillo de Richard Wagner? Pues por ahí van los tiros. Nada, que soy un melómano empedernido.


LISTA DE CANCIONES

Bob Dylan - Corrina, Corrina
Jimi Hendrix - All Along the Watchtower
Mahavishnu Orchestra - Birds of Fire
Allman Brothers - Ramblin' Man
Miles Davis & John Coltrane - So What
Billie Holiday - Fine & Mellow
Pink Floyd - Echoes
John Mayall - The Laws Must Change
Rufus Wainwright - Chelsea Hotel
Teddy Thompson - Tonight Will Be Fine

lunes, 23 de enero de 2012

Música de una gata del puerto

A mí también me gustaría contarles la música de mi vida. He empezado a hacerlo y me salen tantas canciones y músicas que temo aburrirles. Aunque a los que tengan canas, estoy segura de que esta recopilación les hará viajar en el tiempo…

Para empezar, esta canción que me provocaba lágrimas, cuando apenas tenía dos o tres añitos.



Un canto religioso me transporta a la primerísima infancia. Sí, a nosotros nos proporcionaban larguísimas sesiones de ritos religiosos, pero algo debió quedar, al menos esta maravillosa música. Y esta canción sonó durante muchos años, nos gustaba Cuba y todo lo cubano.

¿Qué me dicen de aquel dúo maravilloso?, Gloria Lasso y Luis Mariano:



Jorge Negrete, cómo me gustaba su magnífica voz:



Y esta canción casi olvidada, me recuerda a una prima mía, fallecida joven, que la cantaba aún mejor que Mina:



Y ¡¡¡tachannnn!!! El Dúo Dinámico, justo en la explosión hormonal.



Permítanme otra de Manolo y Ramón: Quisiera ser

Y aquí, justamente, entra Gatito con su pick-up y su gran música… aquello era un salto increíble. No sabía nada ni nada el gatito, el muy pillín:



El Orfeón Donostiarra, al lado de casa, cantándonos este prodigio. Aquello era la repanocha.

Un día, paseando por Hendaya, donde íbamos a menudo a por libros, queso y chocolate, salió de una tienda de discos esta increíble música. Compramos el disco, todavía anda por casa, creo:



Íbamos creciendo y de Cataluña venía Serrat pisando fuerte. Serrat cantaba a Machado, qué cosas.
Para mí la canción más bella de Serrat:



Raimon, qué preciosa canción: Al vent, naturalmente.

Paco Ibáñez, mucho antes de no gustarme nada, nos abrió los ojos al Siglo de Oro:
Poderoso caballero es Don Dinero.

Luis Eduardo Aute, me gustaba y me gustará siempre. Esta es una impresionante
creación suya. Acababa de nacer nuestra hija la mayor y se la cantaba como nana.



Y Alberto Cortez, seguramente el mejor de estos últimos, cantando esta canción que se la dedico a todos ustedes, queridos amigos:



Toda la etapa de los grandes ídolos de la música más moderna, inexplicablemente, me la he saltado. No se quien es Bruce, ni los Rollings ni Tubular Bells. De treinta años a esta parte he disfrutado la música clásica, y oigo con mucho gusto todos los cantantes y músicos que les he relatado más arriba. Creo que el paso que dio la radio de ser fundamentalmente musical a lo de ahora, noticias y tertulias, sea la razón de que no tenga idea de lo que se haya podido cocer. Menos mal que existen los canales clásicos tanto en tele como en radio y el You-tube es otro regalo impagable de la modernidad.

A lo mejor les he aburrido con mi selección, pero esa ha sido la música de fondo de más de la mitad de mi vida.
LISTA DE CANCIONES

Elder Barber - Oh mi papa
Gloria Lasso y Luis Mariano - Canastos
Jorge Negrete - Allá en el Rancho Grande
Mina Mazzini - Moliendo café
Dúo Dinámico - Quince años tiene mi amor
Johann Sebastian Bach - Magnificat in D major, BWV243
Los Chacos - Sicilienne
Joan Manuel Serrat - Mediterráneo
Luis Eduardo Aute - Al alba
Alberto Cortez - A mis amigos

viernes, 20 de enero de 2012

Diez para cincuenta

"Un cancionero nos manda hacer D. Uno.
Y en mi vida me he visto en tal aprieto.
Pues, con las diez pinceladas que propone,
es muy difícil pintar, de tu vida, el lienzo".


Que quede claro que este cutre-verso es una broma. D. Uno no nos manda nada. Nos invita gentilmente a que resumamos nuestra vida en diez temas. Y allá voy, a intentarlo.

Antes de seguir con la selección de canciones, he de presentarme. Soy un español, asturiano, de Gijón, que descubrió "La Argos" hace casi dos años, cuando la nao estaba en su segunda singladura. A lo largo de todo este tiempo he ido leyendo con el mayor interés sus comentarios a las entradas del Patrón. Y al Patrón mismo, claro. Y aunque solamente he remado en dos ocasiones en la nave (una, creo, para darles a los Sres. T&T unas direcciones de restaurantes en mi Asturias y otra para darles a unos cuantos remeros una dirección donde poder ver el Mundial de Rugby a través de Internet), me sumo con absoluta audacia a esta iniciativa de D. Uno, que arregla zapatos. En la entradilla nos dice que "El objeto de este sitio es la elaboración de cada remero de una lista con 10 canciones o temas musicales que para él sean importantes en su currúculo vital y que quiera compartir con el resto de compañeros de remo". Pues ahí les dejo mi lista de Diez canciones para una vida.
 
La primera canción que he escogido es La Donna e mobile, de Rigoletto, G. Verdi. Cantada por uno de los más grandes, Alfredo Kraus (Canario, naturalmente que diría J.L. Coll). La grabación es del año 1998, cuando Kraus ya no era ningún chavalín. Y, seguramente, ya estaba enfermo. No entiendo gran cosa de música clásica; pero me parece que, para tener la edad que Kraus tiene en esta grabación, sale del paso con una nota mucho más que aceptable.

El motivo por el que escogí "La Donna e mobile"... Pues porque es una de esas canciones que muchos han cantado (y otros hemos berreado) bien en la ducha, bien en momentos de relajación, etcétera. Una canción que, inconscientemente, tarareas en algún momento de tu vida. Y con más frecuencia de la que te imaginas. Con lo que no estoy muy de acuerdo, es con lo que Verdi afirma en el título del tema. Las pocas mujeres que he conocido en esta vida son todo, menos "mobiles":



La segunda canción escogida es de un cuarteto al que muchos han considerado como el más grande de la música pop: The Beatles. Es mi grupo favorito, el que más me gustó desde que empecé a escuchar música. Tengo toda su discografía completa, libros, biografía, letras de canciones... Soy un obseso (creo que es lo que ahora llaman un "friki") de los "Fab Four", lo reconozco. La canción que escogí es Ob-ladi, Ob-lada. Es fácil, pegadiza, alegre. Y resume en unas pocas estrofas la vida de Desmond y Molly Jones. Lo mismo que estoy intentando hacer yo aquí. Resumir mi vida. O parte de ella:



La tercera canción no es de "The Beatles"; pero sí pertenece a uno de sus componentes. Es Imagine, de John Lennon. Cuando Lennon murió (dentro de poco se cumplirán 31 años), yo tenía dieciocho años, casi diecinueve. Recuerdo que me llevé una impresión parecida a un disgusto enorme. Como si se hubiera ido, de repente, una parte de mí. De mi vida. Uno de los músicos más importantes del S. XX muerto de forma estúpidamente absurda por un psicópata. Toda muerte violenta es absurda, lo sé. Lo sabemos todos. Algunos de ustedes lo saben muy especialmente. Pero hay muertes que te marcan más que otras. Imagine es, para muchos, una especie de himno. Un código de conducta que nos gustaría que fuera seguido por todos y cada uno de los habitantes de este planeta. Sé de sobra que ni el mismo John Lennon cumplía lo que predicaba en su canción. Of course. Pero también sé que (aunque utópico) sería hermoso que en el mundo actual se cumpliera al pie de la letra lo que la letra dice. Incluso me conformo con que algún día sea verdad esta simple estrofa: Imagine all the people living life in peace...:



La cuarta canción es de Supertramp. Un grupo que, según los críticos, es "heredero" de The Beatles. Con ellos me pasa lo mismo que con los de Liverpool: Escoger solamente una canción es difícil. Tengo toda su discografía y me gustan todas sus canciones.

La que aquí les traigo es The logical song, del magnífico álbum Breakfast in America. Pedazo de canción, que nos habla de la inocencia perdida. De como nos vamos estropeando con el paso de los años. Como dice una de las tiras cómicas de Mafalda Si uno no se lleva por delante a la vida, la vida se lo lleva por delante a uno. Nuestras vidas son una continua lucha. Primero, por tener una educación que nos permita completar una buena formación. Y, con ello, poder conseguir una buena profesión para, así, acceder a una buena posición social. Conocer a nuestra media naranja y tener unos hermosos niños. Que serán educados en una forma parecida, compitiendo por una porción (cuanto más grande mejor) de la tarta. Sí, ya sé que es el mundo que nos ha tocado vivir. Y que es absurdo querer abstraerse, evadirse, largarse al "Mato Grosso". Pero más de una vez me hubiera gustado tener los cataplines del caballo del general Espartero, mandarlo todo a hacer puñetas, huir del mundanal ruido y seguir la escondida senda, por donde han ido los pocos sabios que en el mundo han sido. Llámenme idealista utópico. Pero escuchen la canción y díganme si no sería bonito mandarlo todo a tomar viento a la farola:



Vamos con el quinto. Y ya lo saben: No hay quinto malo. Este tema es de uno de los más grandes: B. B. King. La canción que escogí es Why I sing the blues. My kid's gonna grow up. Gonna grow up to be a fool 'Cause they ain't got no more room. No more room for him in school. And everybody wanna know. Everybody wanna know why I'm singing the blues. Y esto, que "el Rey" cantaba hace más de treinta años, sigue pasando hoy en día. No tenemos remedio.
B.B. King vino a Asturias hace un "porrón" de años y yo estuve en ese concierto. No olvidaré nunca a la gente del patio de butacas bailando, saltando, dando palmas, cantando. Y la cara de una señora mayor. Mayor como yo ahora, rondando los cincuenta. De aquella yo tenía veintipocos años y me parecía poco menos que una venerable anciana. Miraba horrorizada, desde la altura del cuello de su abrigo de piel, a aquellos salvajes que no sabían como había que comportarse en un teatro.

En Internet hay muchas grabaciones del tema. Una muy buena está filmada en el año 1974 "Live in Africa". Si les gusta B. B. King búsquenla. Merece la pena. Yo les dejo una del año 2011. Con ochenta y seis "tacos" es difícil tener más maestría tocando la guitarra. La voz, evidentemente, no es la que fue. Pero aún así... ¡Uuufff!:



La sexta canción es un clásico: Hotel California, de Eagles. El sonido de esas guitarras, Don Henley cantando y tocando la batería (lo cual me parece muy difícil). La letra de la canción evoca un montón de imágenes, recuerdos, vivencias. El vídeo está sacado del concierto que la banda dio en 1977:



La séptima es una rareza, lo reconozco. Happy Feet. Toca y canta una de las orquestas más marchosas que he tenido la oportunidad de oir en directo: The Pasadena Roof Orchestra. Según su página web toca ahora (9 de diciembre a las 21:00 en el Palau de la Música) en Barcelona. Si algún remero no la conoce y le gusta la música de las big band, los "Felices años 20" y todo eso, que no dude en asistir al concierto.

Descubrí a "La Pasadena" cuando la vi en un programa de televisión. Creo que era (hablo de memoria) Musical Express, del añorado Ángel Casas. Me impresionó ver el virtuosismo, la técnica, la "marcha" de aquellos "viejos" tocando aquellos instrumentos tan raros, pues no estaban conectados a amplificadores, ni tenían cables de electricidad por ningún lado (me refiero a los instrumentos, claro es). De esto han pasado muchos años. Despues, mucho después, vi a la orquesta en directo en la 1ª Semana Negra de Gijón. De cuando la Semana Negra era verdaderamente una semana cultural y no la cutre-feria del cubata, el mojito y las atracciones ruidosas en la que ahora se ha convertido. Eso sí: Sus organizadores están encantados ganando pasta gansa a porrillo. Los vecinos que la sufrimos, no tanto. La 1ª Semana Negra era mucho más pequeñita y modesta. Se celebró en los diques del puerto de El Musel. Los hosteleros tenían sus chiringuitos montados en contenedores de mercancía que estaban vacíos. Y en muchos de ellos, mientras te tomabas una consumición, un mago realizaba trucos. Me acuerdo de uno que entralazaba y desentrelazaba de forma rápida y misteriosa (mágica) unas gomas. Gomas elásticas, desde luego. Verle hacer esos trucos, separado de ti por una tabla de algo más de medio metro que hacía de mostrador del chiringuito fue algo alucinante. Como lo fue el asistir el último día de la Semana Negra al concierto de clausura que daba, en una carpa circense instalada al efecto, la Pasadena Roof Orchestra. Tengo que decir que pude ir a verla gracias a un amigo que, por aquel entonces, era dueño de un pub del barrio de la arena, en Gijón. El pub "Saloon". Él me regaló la entrada. Nunca se lo agradeceré lo suficiente.

Estos pies felices no tienen nada que ver con la estupenda película de dibujos animados "Happy feet, rompiendo el hielo". A los pies que me refiero les cantaba, creo, Cab Calloway hace muchos años. Y la Pasadena Roof Orchestra los versionó mucho después En el año 2010, en Munich. Para bailar. Los que sepan, pues a mi me pasa lo que dice la canción: Soy sordo de un pie:




La octava es de uno de mis cantantes preferidos: El león de Belfast, Van "the Man", George Ivan Morrison. O sea, Van Morrison. Cuando yo empecé a escucharle (allá por los años 70) Van Morrison ya no estaba en Them. Así que esa época no la conocí más que por referencias.

Tuve la oportunidad de verle en el cine, en la "peli" de Martin Scorsese El último vals. Uno de los mejores momentos que yo he pasado en la oscuridad de una sala de cine.

Luego, ya talludito (ya talludito yo. Y mucho más que yo, "Van the Man") lo vi en vivo y en directo en mi ciudad. En la plaza de toros de El Bibio, de Gijón. El tío mandó poner un reloj en uno de los tendidos. Y cuando llegó al final de la cuenta atrás de los noventa minutos programados, se acabó el carbón. Es decir, el concierto. Mientras tanto disfruté, sentado en una de las sillas de tijera que habían puesto en la arena, de uno de los conciertos con más calidad de sonido y más cuidada escenografía (sencilla, pero muy cuidada) a los que yo haya asistido. Inolvidable.

La canción escogida es The bright side of the road. La misma fue versionada, hace ya bastantes años, por el grupo español Danza Invisible. Con bastante acierto, a mi parecer. Me gusta la canción de Morrison porque es alegre, con ritmo. “Let's enjoy it while we can”. Disfrutemos de ella (de la canción, de todo, de la vida) mientras podamos:



La novena es My Way, de "La Voz", Frank Sinatra. Otro de mis ídolos. Y otra canción que resume, magistralmente, toda una vida. Ya ven: Unos no somos capaces de sujetar medio siglo en diez canciones y Frankie lo hace solamente con una. Como D. Luigi en el blog de D. Santiago, cuando es capaz de resumir un artículo en una palabra. Dos, a lo sumo.

La letra en inglés la escribió Paul Anka (otro monstruo) y está inspirada en el tema original frances Comme d'Habitude. Pero creo no mentir si digo que la inmensa mayoría conocemos la canción en la voz de Blue eyes. Esta grabación está hecha en el Madison Square Garden, en el año 1974, cuando Sinatra tenía 59 años. Puede que, si uno se fija bien, se encuentre algún fallo en la ejecución. Pero yo disfruto con ella cada vez que la veo y la oigo. Sin ningún espíritu crítico. Simplemente cierro los ojos y... gozo. Esta es la novena de diez. The end is near:



La décima y última. Fleetwood Mac y su Don't stop. Vital, positiva. Y movida, alegre, con ritmo. Una canción que nos invita a mirar siempre hacia adelante: Don't stop thinking about tomorrow. Don't stop It'll soon be here. It'll be better than before. Yesterday's gone. Nos invita a no mirar nunca atrás: Don't you look back. Yo, como ellos, no creo que cualquier tiempo pasado fue mejor. Ni peor. Fue simplemente diferente. Pero siempre, siempre, hemos de avanzar. Aprendiendo de lo que hemos vivido. Recordando aciertos y errores. Los primeros, para repetirlos. Los segundos, para no volver a cometerlos. En este video los Fleetwood Mac, con la guapísima Stevie Nicks, están acompañados por la University of Southern California's Trojans Marching Band. Un toque diferente, con los miembros de la banda vestidos de rojo y gualda. El gualda de esas capas con las que parecen superhéroes de barrio. Creo que la versión no desmerece, en ningún caso, a la original:



Y eso ha si - eso ha si - eso ha sido todo, amigos. Espero que les haya gustado la selección, en la que he intentado contarles algunas cosas de las vividas durante estos casi cincuenta tacos. Les leo en la Argos. A cuidarse.

LISTA DE CANCIONES

Giuseppe Verdi - La donna è mobile
The Beatles - Ob-La-Di, Ob-La-Da
John Lennon - Imagine
Supertramp - The Logical Song
B.B. King - Why I sing the blues
Eagles - Hotel California
The Pasadena Roof Orchestra - Happy Feet
Van Morrison - Bright side of the road
Frank Sinatra - My Way
Fleetwood Mac - Don't stop

martes, 17 de enero de 2012

...fotos a contraluz

Paso de los cincuenta y he elegido 10 canciones que, curiosamente, abarcan desde el año 1967 a 1988, es decir, sólo 21 años. Dejo en el tintero las otras 40 más que considero imprescindibles y me enfrento a comprobar – porque yo también leeré lo que escribo - las injusticias que he hecho omitiéndolas.

Nací en un pueblo de 1.000 habitantes pero viví en un mundo mucho mayor. Mi padre – al que tanto echo de menos desde hace dos años - fue la puerta que me permitió acceder a una universalidad de conocimientos que una sociedad tan cerrada no me hubiera permitido. Y me procuró, entre otras muchas cosas, dos aficiones: la música y la fotografía.
El recuerdo de las Danzas Polovotsianas de Borodin que a mi padre le apasionaban, es el principio de mi selección. El final será marcado por dos canciones muy importantes escuchadas, por casualidad, y remarco la palabra casualidad, en un momento muy difícil. Y ellas cerraran mis diez. Entretanto, mi adolescencia y madurez. A ello vamos:

La adolescencia la comencé leyendo los fines de semana la revista norteamericana Life, a la que mi padre estaba suscrito y que devoraba los fines de semana que regresaba a casa desde el internado. Esa lectura me proporcionó un primer contacto con las noticias en mayúsculas, con la guerra del Vietnam, cuando mis amigos jugaban al pañuelo y, en la época que en el internado los comentarios giraban sobre los partidos de fútbol del Real Madrid. Además, con 14 ó 15 años me proporcionaba una plataforma sólida, un balcón al exterior para asomarme a las mejores fotos del periodismo. Por ese mismo tiempo escuchaba un programa de Radio Centro que presentaba un tal Mariscal Romero, un andaluz -de nombre Vicente - que en media hora, y hablando casi a gritos, ponía una música sublime. Recuerdo que oía el programa en una radio de válvulas que metía, literalmente, en la cama para no molestar a mi hermano, con quien compartía habitación y competía en gustos musicales. Y recuerdo también que el programa comenzaba con los acordes del “Magical Mistery Tour” de The Beatles, grupo que posteriormente tanto significó en mi vida aunque sólo escojo una de sus canciones en mi selección.
De aquella época, allá por los años 67, es la primera canción que traigo al blog, “For what it’s worth” de Buffalo Springfield, conjunto del que salieron músicos que alumbraron grupos apoteósicos: Sthepen Still fundaría, don David Crosby, The Byrds; Richie Furay y Jim Mesina fundarían Poco y Neil Young, qué decir que no haya creado el gran Neil Young.
Escuchen el sonido de la canción que fué un himno del activismo de los 60 y que habla de las revueltas de Sunset Strip. (Yo, chico de pueblo supe de ello mucho mas tarde).



Discutíamos si eran mejores los Rolling o los Beatles pero en el verano del 73 vivíamos pegados al único cassette Philips que teníamos y a nuestros pantalones de camuflaje, moda infecta hoy pero que por aquel tiempo era lo más de lo más. Escuchábamos en aquellas tardes veraniegas de la pandilla, nuestro particular botellón de la época, a los Credence Clearwater Revival pero estábamos al final del bachillerato y en el comienzo del primer amor. Por ello, elijo para este momento una maravillosa canción de Melanie Saftka que durante mucho tiempo dejé de escuchar. Un día, no hace mas de cinco años, aterrizando en un vuelo de Iberia en Madrid la oí de música de fondo y me reconcilié con Iberia y con mi pasado. Hoy sigo estando peleado con la primera.



El año 74 me abrió la mente provinciana a la vida del colegio mayor en Madrid y a las sesiones de cineclub del Ahuja, del Mendel, del Chaminade, a las de música del San Juan, el Johnny, y el recuerdo haciendo cola en el cine Rosales para ver los documentales de los festivals de Woodstock y, el anterior de Monterrey. Y señores, me pongo de pié para escuchar la guitarra mas cautivadora escuchada jamás, al trasteo mas suave pinzando las cuerdas con el dedo pulgar, a la perfección sonora de una Fender Stratocaster en manos de Jimi Hendrix.



Años antes, y gracias a mi padre, hombre al que todo le gustaba, commencé a salir al extranjero. Era un privilegiado que con 17 años había ido con mi familia en un Seat 850 a ver los museos de Milán y Roma y recuerdo que el motor se calentaba mucho y mi padre bajaba la temperatura poniéndo la calefacción…en pleno agosto!
Por eso, mi primer viaje solo sin el manto protector de la familia, acompañado de amigos y mi novia, fué de lo mas impactante. Durante 7 días vivímos la Ibiza de la época, los atardeceres de la isla y el desenfreno de la fiesta de la Noche de la Luna Llena de Pachá, un lugar mítico al que nunca he vuelto aún visitándo la isla con frecuencia. Allí descubrí la siguiente canción en el verano del año 77, “Call me the breeze” de JJ Cale y los primeros acordes del blues. Esta version con Mano Lenta es sublime:



En el año 79 mi vida era ciertamente compulsiva a todos los niveles. Preparaba oposiciones a las que nunca me presenté y hacía oposiciones para dejar a mi novia. En ésta época rompí un poco con todo y, creo que hasta conmigo mismo. Abandoné no sólo la oposición – hice bien, pero en este año no lo podia saber – y hasta la música que había oído. Descubrí la música tradicional norteamericana y, desde luego, es lo único que gané.
Comparto con ustedes “Loving Her Was Easier (Than Anything I'll Ever Do Again)” de Willie Nelson, una canción preciosa en esta versión grabada en Escocia junto a Kris Kristofferson y Johnny Cash en el año 1992.



Y fue el inicio premonitorio de mi vida actual. Léanlo en la canción: Quererla era más fácil que cualquier cosa que yo jamás volvería a hacer. Lo supe conduciendo un coche una tarde de verano entre las curvas de la carretera y las de mi cabeza.
Y otra vida apareció con la canción que siempre he considerado la mejor del pop español, obra del gran gran poeta urbano, Fernando Marquez 'El Zurdo'.
Para ti, Paraiso.



Y me quedan cuatro canciones mas y la cosa se pone muy difícil.
Y elijo una canción que pertenece a una banda sonora de una película porque “las cosas siempre comienzan de la misma manera”. Comencé mi vida amando la música, la fotografía y el cine. Pues un reconocimiento también para él.

Así, suena ahora una canción cantada por Gerry Rafferty de la película Local Hero y que, en su tiempo, fué un tema muy recurrente en mí.



Me ilusiona recordar esta paz antes de una época que se iniciaba y que sería la mejor de todas las posiblemente vividas. Este periodo se inició un día de junio del año 1993 con la mejor música que jamás oí y que nunca sera mejorada: un llanto de un niño.
Y comenzó mi vida nuevamente, mi vida con mayúsculas.
Y tambien un periodo profesional extraordinario que me obligó a tomar mas de 120 aviones al año que evidenció una verdad absoluta: un niño viene con un pan debajo del brazo. A mí me ocurrió, sobre todo, afectivamente.
No abandonaba mi gusto por la música que oí a los 18 años pero descubría otra que dulcificaba mi nueva existencia. Y de ese periodo en el que viví esperando aviones en aeropuertos de todo el mundo para regresar a mi casa me quedo con una canción del año 88, Orinoco Flow, de Enya.



Dice la letra: Sail away, sail away, sail away….(navegar sin parar,….)

Y redondeo mi selección como empecé: dos canciones que oí en circunstancias muy difíciles.
Esperaba la llamada esa noche aunque conseguí conciliar el sueño a pesar del cansancio acumulado de noches anteriores a los pies de la cama del hospital. La única certeza es que el momento llegaría aunque no sabía cuando. Entre las dos y las tres de la madrugada, a la hora que nació mi hijo, a la misma hora, sonó el teléfono de mi casa para comunicarme lo que no era necesario escuchar.
Sin hacer ruido, con mas calma de la que creía nunca atesorar, me dispuse a salir de casa. En el aparcamiento, entré en el coche y al encender el motor la radio me trajo una canción inolvidable, un “amor imperecedero”. Sonaba una vieja canción de 1.968 que John Lennon incluía, primero en el álbum No One's Gonna Change Our World (1969) y luego en Let It Be (álbum) (1970).
“Un amor infinito e inmortal brilla a mi alrededor como un millón de soles”. Con ustedes Across the Universe, de The Beatles.



Esperé que acabara la canción sin mover el coche un centímetro. La luz del garage se apagó y sin interrupción comenzó la canción que elijo para cerrar mi selección.
Se trata de una canción que hacía mucho tiempo que no escuchaba pero que, al igual que la anterior, la casualidad ponía certeramente ese día y a esa hora. Una vieja canción de Cream, año 67, intrepretada con una Gibson SG de 1964: “Sunshine of your love”.



Y me pareció una selección perfecta para esa noche. Y me parecería magnífico que la casualidad pusiera esa música para quien se vea, como yo, en esa misma circunstancia para cuando “atraviese el universo”.

LISTA DE CANCIONES

Buffalo Springfield - For what it’s worth
Melanie Saftka - Look what they've done to my song
Jimi Hendrix - Like a rolling stone
Eric Clapton/JJ Cale - Call me the breeze
Willie Nelson/Kris Kristofferson - Loving her was easier
Paraíso - Para ti
Gerry Rafferty - The way it always starts
Enya - Orinoco Flow
The Beatles - Across the universe
Cream - Sunshine of your love